
De hecho, una de las posibilidades que tiene Bimota para participar en el Mundial de Moto2 llega de la mano del equipo español Stop and Go.
Edu Perales tenía concertada una reunión tras el GP de San Marino para conocer el proyecto de la marca italiana.
Oberdan Bezzi ha bautizado a la Bimota como BM1 Un nombre que, como su estética, recuerda a uno de los mayores éxitos de la fábrica de Rimini, la Bimota DB1.
Apuesta por un carenado envolvente que choca con la tendencia actual de las motos de gran premio, que dejan cada vez más partes a la vista. La Bimota BM1 apenas deja ver las ruedas y el basculante y permitiría, tras un eficiente diseño realizado por la Universidad de California, una gran efectividad aerodinámica.
La marca italiana, fundada en 1973 por Bianchi, Morri y Tamurini, nació con el propósito de aprovechar las prestaciones de los propulsores japoneses fabricando chasis más eficaces que los que hacían Honda, Yamaha, Suzuki y Kawasaki.
Esta filosofía casa perfectamente con la de la nueva categoría y, como es lógico, Bimota ve en Moto2 una interesante apuesta de futuro.
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