El Ministerio de Industria publicó el 9 de junio el Real Decreto que regulaba el Plan Moto-E, dotado con 9 millones de euros, pero no será hasta el próximo 10 de noviembre cuando los concesionarios puedan dar de alta las primeras operaciones de venta acogidas al plan. La entrega del dinero se hará algo más tarde, el 1 de diciembre.
Este retraso ha generado más confusión en un mercado que ha retrocedido un 42% entre enero y octubre, hasta 155.820 vehículos, según datos de Anesdor, la patronal de la industria de las dos ruedas. El mes pasado cayó un 22%.
Las subvenciones van desde los 225 euros para los ciclomotores hasta los 750 euros en el caso de las motocicletas de más de 250 centímetros cúbicos. Un tercio lo aportarán las arcas públicas y el resto las marcas.
Teóricamente, un concesionario puede haber ofrecido las ayudas a sus clientes desde el 9 de julio, a costa de adelantar el dinero, y registrar ahora la operación, pero han pasado tantos meses que el programa apenas ha tenido efecto.
"El impacto ha sido nulo en la demanda. Puede que haya habido operaciones, pero con el paso de las semanas era un riesgo financiero difícil de asumir por parte de los concesionarios. Además, había dudas sobre si las ventas cumplían con todo el papeleo", señala José María Riaño, secretario general de Anesdor.
Entidad
El principal retraso se produjo en la selección de Fitsa como la entidad que gestionará los fondos de Industria, que se dilató hasta principios de septiembre, pese a que ese mismo organismo fue el elegido por el departamento que dirige Miguel Sebastián para coordinar el Plan 2000E de los coches.
Fitsa, que no recibe dinero por la intermediación, es una fundación para fomentar la innovación en el motor puesta en marcha por varias asociaciones del sector con el apoyo de Industria. Fuentes del Ministerio señalan que el parón en la Administración por las vacaciones de verano dilató el concurso para adjudicar la gestión, obligatorio en todos los procedimientos públicos, aunque Fitsa fuera ya elegida para los turismos.
Los concesionarios de coches también tardaron casi dos meses en recibir las ayudas, pero su músculo financiero les permitió adelantar el dinero sin problemas. "Es difícil saber el impacto del plan. Pero el mercado ha caído tanto que cualquier ayuda es buena", añade Riaño.
Otros 100 millones para los coches
Las ayudas directas a la compra de automóviles contarán el próximo año con un presupuesto de cien millones de euros, según una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado para 2010 pactada entre el PSOE e IU-ICV, según anunció ayer el diputado de ICV Joan Herrera. Este dinero se suma a los 140 millones aportados este año por el Ministerio de Industria para incentivar la demanda y que han provocado que el mercado haya puesto punto y final a quince meses seguidos de retrocesos.
Tanto la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam) como Faconauto, la organización de los concesionarios, juzgaron "escasos" los cien millones de euros y advirtieron de que, al actual ritmo de utilización del programa, estos fondos se agotarían en el primer trimestre del próximo año. Los primeros 100 millones del Plan 2000E se acabaron en octubre, lo que obligó a Industria a aumentar el presupuesto en 40 millones para llegar hasta final de año, aunque esta cantidad puede que también se gaste antes de tiempo.
Variaciones
La enmienda del PSOE e IU-ICV podría sufrir variaciones porque ambos grupos necesitan más aliados para sacarla adelante en el Parlamento. Herrera precisó que, una vez acordado el presupuesto, debe concretarse la forma en que se articularán las subvenciones. Por otro lado, el Gobierno vasco ha decidido prorrogar hasta fin de año su plan de ayudas a los coches con una nueva partida de dos millones de euros.
expansion.com
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