Menos mal que los españoles no le hemos hecho mucho caso a la frase que pronunció D. Miguel de Unamuno, el famoso “Que inventen ellos” y hemos ido contribuyendo a la sociedad con nuestros inventos. Algunos son tan sencillos como el caramelo con palo “Chupa Chups” o la fregona con palo nos hacen pensar que nuestros inventores solo hacen cosas con palos. Por suerte, no todos son así de sencillos en sus inventos y este señor que vemos en el vídeo, D. Antonio Carmona, reclama para sí la primera moto anfibia española.
El original parece ser una Derbi “cabeza de hormiga” a la que se le ha acoplado lo necesario para que el motor siga funcionando bajo el agua. Hay que recordar que en la época que parece que está rodado este documento los motores funcionaban con platinos, a seis voltios y con instalaciones eléctricas que solo se pueden catalogar como “manojos de espaguetis de colores”.
Cualquier motor puede funcionar bajo el agua siempre que se garantice que no entre agua dentro de él mediante un “snorkel” ya que la presión de los gases del escape se encargan de que por ahí tampoco entre nada de agua. La instalación eléctrica también requiere mucho cuidado para evitar que cualquier posible derivación fastidie el funcionamiento del motor. Por desgracia no hay más datos disponibles de este invento pero no deja de ser curioso.
Gracias a Mad Max podamos ver a continuación un vídeo en castellano con más información:
via moto22.com
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