Leo espantado en varias publicaciones que a partir del verano, la Comisión Europea se va a sentar para debatir la posibilidad de limitar todas las motos que se vendan dentro de la Unión Europea a 100 caballos como máximo, siguiendo el modelo del mercado francés. También debatirán la posibilidad de que todas las motos que se comercialicen dispongan de ABS de serie.
Estoy seguro que el argumento es el mismo de siempre: si limitamos la potencia de las motos, tendremos menos accidentes… pero que tendrá que ver, como dicen en mi tierra, el tocino con la velocidad (aunque el cerdo sea de carreras). No existe relación directa entre el número de accidentes y la potencia de las motos que los sufren.
Por supuesto, lo peor de todo es que esto no va a ser como los ciclomotores, que salen limitados a 45 km/h en el trayecto de la fábrica al concesionario, sino que aquí las modificaciones serán mucho mayores y requerirán una gran inversión si queremos devolverles la potencia original. Lo que está claro es que siguen utilizando el mismo método en todos los lados: muerto el perro, se acabó la rabia.
¿Serán tan largas las manos de nuestro Director General de la DGT? ¿Habrá hecho buenas migas con el Presidente Francés y habrán echado juntos la idea en el buzón de sugerencias? Mal vamos compañeros, mal vamos, nosotros y la gente del sector que no levanta cabeza.
Vía MotorevueFoto News Motorbiker
Estoy seguro que el argumento es el mismo de siempre: si limitamos la potencia de las motos, tendremos menos accidentes… pero que tendrá que ver, como dicen en mi tierra, el tocino con la velocidad (aunque el cerdo sea de carreras). No existe relación directa entre el número de accidentes y la potencia de las motos que los sufren.
Por supuesto, lo peor de todo es que esto no va a ser como los ciclomotores, que salen limitados a 45 km/h en el trayecto de la fábrica al concesionario, sino que aquí las modificaciones serán mucho mayores y requerirán una gran inversión si queremos devolverles la potencia original. Lo que está claro es que siguen utilizando el mismo método en todos los lados: muerto el perro, se acabó la rabia.
¿Serán tan largas las manos de nuestro Director General de la DGT? ¿Habrá hecho buenas migas con el Presidente Francés y habrán echado juntos la idea en el buzón de sugerencias? Mal vamos compañeros, mal vamos, nosotros y la gente del sector que no levanta cabeza.
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