martes, 4 de mayo de 2010

Aprilia RSV4-R: excitación pura

Hay motos que entran por la vista, otras por el oído y algunas tienen que esperar a hacerlo por el tacto, pero la nueva Aprilia RSV4-R lo tiene prácticamente todo. Por diseño y tamaño resulta impactante al instante, incrementa sus encantos al escuchar el sonido de su escape - algo voluminoso en tamaño, pero delicioso en su función-y se convierte en una máquina de generar sensaciones al comenzar a circular a sus mandos.

Tal y como se intuye de entrada, la posición de conducción es radical y no acepta medias tintas. Es una superdeportiva a todos los efectos y, si va a usarse en el día a día, también tiene defectos. La cuestión es que el asiento queda muy alto, al igual que los estribos, totalmente al contrario que los manillares; de modo que sólo admite una postura: inclinado totalmente sobre el depósito. Aún a pesar de esta ergonomía y de un tamaño muy reducido, debe reconocerse que no es una moto incómoda, ya que tanto la colocación postural como la de todos los mandos permiten repartir el peso sin fatigar en exceso ninguna parte del cuerpo.

Por extraño que pueda parecer teniendo en cuenta sus 180 CV de potencia, en carretera abierta la Aprilia resulta más fácil de conducir de lo previsto. No es especialmente exigente y, aunque es un producto sólo para expertos, requiere más sesantez que pericia. Aunque el motor empuja - y mucho-desde la franja media de rendimiento, el chasis y los frenos, así como un reparto de pesos excelente, se encargan de colocarla sin problemas allí donde decide el piloto. Lo complicado es mantener la cabeza fría y no sucumbir a la tentación de dejar problemas, de modo que debería considerarse venderla con un abono para realizar tandas en circuito como kit de serie.

Para disfrutar en circuito
Será en pista cerrada, y sólo allí, donde se descubra todo lo que se esconde detrás de ese excitante sonido y de ese afiladísimo colín. Lo mejor es su parte ciclo, intuitiva y extremadamente ágil, que permite que los cambios de dirección se conviertan en maniobras naturales. Tanto las suspensiones como los frenos resuelven de forma brillante cualquier mínimo error que requiera rectificarse, mientras que la sensación de confianza es absoluta. Esto mismo puede trasladarse a la carretera, aunque ni falta hace decir que la velocidad a la que sucedan las cosas deberá ser otra.
A fin de facilitar la contención de las emociones es únicamente en pista donde se recomienda el uso del mapa de gestión electrónica más agresivo de los tres existentes (Track), pudiendo dejar el modo Sport y Road para el uso en sociedad. En conducción urbana, lo ideal es autolimitarse a los 140 CV con los que trabaja el modo Road, y es que su respuesta es menos brusca y se evitarán sustos sobre piso en mal estado.

Sin ser la versión más parecida a la moto con que Aprilia participa en el mundial de Superbikes - para ello está la RSV4 Factory-,es de recibo reconocer que la marca italiana ha creado una de las motos con un comportamiento más notable del mercado. El nuevo motor V4 con doble árbol de levas, válvulas de titanio y nymonic, gestión electrónica, admisión con doble inyector y acelerador electrónico Ride by Wire se quedaría en una simple colección de detalles sin el brillante trabajo de toda una parte ciclo de primera categoría.

lavanguardia.es

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