Para combatir este auge de los accidentes, muy visible en 2007, el consejero de Interior, Joan Saura, anunció que el SCT se plantea tanto medidas de reforma del reglamento del permiso de conducir como otras que inciden en la formación y la educación, y también en la seguridad de las motos.
Acceso gradual
Respecto a la normativa de los permisos, Interior ya planteó a la Dirección General de Tráfico la necesidad de enduerecer las exigencias para obtener el permiso para conducir motocicletas obligando a un acceso gradual en función de la experiencia a las diferentes cilindradas. Las prácticas reales para acceder a la motocicleta serán a partir de ahora reales y en un circuito cerrado con situaciones idénticas a las de las carreteras.
Si siguen adelante las medidas del departamento de Interior y del SCT, el acceso a las diferentes cilindradas sería escalonado, con especial hincapié en las motocicletas de 600 y 700 centímetros cúbicos de capacidad. Son las que registran más accidentes, debido a sus excesos de velocidades.
Con todo, el SCT advierte que la alta siniestralidad no es un problema exclusivo de los más jóvenes, sino que se apunta también a hombres con más diez años de experiencia que precisamente conducen las motocicletas de más cilindrada.
Interior organizó una jornada específica sobre la siniestralidad de las motocicletas y en ella, el director del SCT, Josep Pérez Moya, incidió en el hecho de enduerecer el acceso a las mayores cilindradas, asegurando que «así podríamos luchar contra la elevada siniestralidad».Pérez Moya aseguró que «muchos motoristas se dan cuenta de que necesitan más prácticas para moverse con su motocicleta cuando realizan un circuito de habilidades». Por lo tanto, el SCT cree que este tipo de cursos y de aprendizaje son necesarios y que los accesos a las diferentes cilindradas tiene que ser escalonado.
En la actualidad, para obtener el permiso A-1 -que permite conducir motos de hasta 125 centímetros cúbicos- se realiza una prueba mínima en un espacio cerrado que Interior considera que no permite al conductor demostrar si cuenta con la suficiente habilidad para llevar este tipo de vehículo en condiciones por una carretera. Además, la Generalitat plantea que se incorpore una prueba práctica en la obtención de la licencia para conducir un ciclomotor, hasta ahora inexistente.
El SCT detalló que la Federación Catalana de Motociclismo ha cedido los circuitos profesionales de Cataluña para que se pueden llevar a cabo allí las prácticas que necesitan los motoristas. También se han entablado conversaciones con los fabricantes de motos para promover precintos seguros en las motos y que se cumpla así la normativa de limitación de la potencia para conductores noveles o titulares del permiso A1, así como para controlar mejor que estos aparatos no puedan ser trucados. Pérez Moya admitió que es habitual que los mismos fabricantes de motos enseñen al conductor novel la manera de librarse del precinto.
Nueva normativa
A escala nacional, la Dirección General de Tráfico (DGT) está ultimando la nueva normativa de circulación para dentro de seis meses con el objetivo de mejorar la formación de los motoristas y evitar más accidentes de tráfico. La principal novedad será que habrá tres tipos diferentes de permiso para motocicletas y que el acceso a las cilindradas elevadas será cada vez más elevado, acorde con las previsiones de la Generalitat. Hace diez años la DGT decidió que los exámenes para las motos de gran potencia no eran los adecuados, por lo que a partir de 125 centímetros cúbicos se tienen que superar pruebas en circuitos cerrados y luego también en circulación abierta.
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