En 2007, 100.000 motos demostraron en Madrid que el colectivo motero español está unido para reclamar por sus justos derechos. No se atrevieron a hacer pública esta cifra, pero sí se la comunicaron verbalmente a lo organizadores (Unidad Motera) al tiempo que felicitaban a todo el colectivo por la demostración de responsabilidad y educación demostrada. Aquella manifestación se organizó para exigir SEGURIDAD, pero también algo no menos importante para el colectivo motorista: RESPETO. RESPETO porque se señalaba a todos los motoristas como culpables , algo que no solo es falso, sino que son víctimas.
Se ha argumentado permanentemente en contra del usuario de moto, por ser el culpable unilateral de los siniestros que sufre, ante la incapacidad de la administración para poner en marcha medidas con la urgencia necesaria que evite la pérdida de más vidas de los motoristas accidentados . Se ha mostrado como problema su forma de conducir y la velocidad, aunque no se infringiera norma alguna. Se ha buscado falsamente en las "motos de gran cilindrada” el chivo expiatorio del sector de la motocicleta, cuando realmente no hay datos que lo avalen de ninguna de las maneras. Además, s e le ha criticado a este colectivo por su supuesta falta experiencia y por circular en moto sólo por moda, algo realmente fuera de tono (además de falso) viniendo de un ministro que representa un estamento oficial
Todo antes que admitir la propia responsabilidad que las administraciones tienen en estos accidentes, pero el colectivo ha cumplido puesto que los usuarios, asociaciones, pilotos, fabricantes, TODOS han aportado lo necesario para que se produzca una mejora en los hábitos que redunde en la seguridad, se han cubierto áreas propias de la administración a las que ésta no les interesa llegar. En resumidas cuentas, entre todos se ha logrado que se pierdan un 20% menos de vidas que el año pasado.
Aún y con eso cada motorista al que siega la vida una cuchilla asesina recuerda que la lucha continúa, y que los motoristas son merecedores de las mismas medidas de seguridad que el resto de usuarios de las vías. Pagan nuestros impuestos, y es un derecho. La solución no es hacer desaparecer las motos, señalarlas como culpables, peligrosos a los que las conducen y discriminarlos frente al resto de usuarios y la sociedad en general.
La política de la administración y de la DGT no puede seguir siendo negar su existencia, bajando la siniestralidad de las motos haciendo que éstas dejen de circular gracias a discriminar falsa e injustamente nuestros impuestos basados en las emisiones contaminantes frente a otros vehículos, puesto que este ha sido el último “truco” de la administración capitaneada por una persona que no tenía carné de conducir hace apenas dos años (Pere Navarro) se ha sacado de la chistera: cargar con el máximo permitido del impuesto “ecológico”, casi un 15 %, a las motos de más de 100 CV por el simple hecho de tenerlos, no por contaminar. Entonces, el impuesto no es por emisiones, sino para recaudar. Curiosamente, a nadie se le ha ocurrido gravar los automóviles que excedan esa potencia.
Los medios de contención no solamente deberían estar diseñados para camiones, los accidentes no sólo se producen por la velocidad, la moto no es sólo una moda y además contaminan menos que el resto y por tanto no deben pagar un injusto impuesto de matriculación, que además deja ver (otra vez más) las mentiras de una administración que calificaba ese impuesto como ecológico
De todos es sabido que nada tiene que ver la potencia de los vehículos en su siniestralidad. Lo saben en Francia cuyas cifras son peores que las nuestras, y tienen limitada la potencia a 100 CV. Lo saben en Europa, cuyos estudios así lo avalan.
Para ello, es de esperar que si 100.000 motos les parecieron muchas para hacerlo público, la próxima manifestación del 8 de noviembre puede ser algo mucho mayor, porque el colectivo motero está decidido este próximo mes a demostrar toda su fuerza.
¡ESTAREMOS!
Autocity.com
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