La puesta de largo del Plan Moto-E, que entró ayer en vigor, no ha contado con el beneplácito de los vendedores, descontentos con las ayudas dispuestas para incentivar la venta de motocicletas y ciclomotores. Los establecimientos especializados de la capital consideran que son «insuficientes e inadecuadas» y creen que su resultado va a ser nulo.
«No van a servir para nada», afirma, Javier Delgado, dueño del establecimiento Javisport, que incluso cree que «estábamos mejor como estábamos». De hecho pone en duda el conocimiento del sector de las personas encargadas de la redacción de las nuevas subvenciones y cree que están demasiado supeditadas a la aportación de los fabricantes, mientras que la contribución estatal se queda corta. «Los precios ya estaban por los suelos y los fabricantes ya estaban contribuyendo lo que podían, por lo que el esfuerzo estatal tendría que ser mayor», según resalta.
La cuantía de las ayudas asciende a 225 euros, en ciclomotores de hasta 50 centímetros cúbicos. El Estado cubre 75 euros de este importe, mientras que el resto tiene que ser aportado por los fabricantes. En el caso de las motocicletas de hasta 250 centímetros cúbicos, la subvención es de 525 euros, de los que el Estado sólo corre a cargo de 175, mientras que en la compra de motocicletas con más de 250 centímetros cúbicos, subvencionadas con 750 euros, la aportación estatal se limita a 250 euros.
Además de la «escasa» aportación del Gobierno Central, los vendedores creen que el requisito de achatarrar una motocicleta o ciclomotor con determinados requisitos de antigüedad también dificulta la eficacia de las nuevas ayudas. «Si el cliente quiere comprar una nueva no tiene por que tener una anterior», razona Delgado. Algo a lo que, Antonio García, de Motocicletas Dos Ruedas, añade que «cualquier motocicleta vendida por piezas te vale más que achatarrarla, por lo que al cliente no le compensa». En su caso, plantea que la medida más eficaz para relanzar la venta de motos sería «eliminar el impuesto de matriculación». De hecho, García señala que «ya se había omitido el año pasado y sólo se pagaba un máximo de un 4% en determinados casos, mientras que ahora se ha reinstaurado y puede llegar a un 14% en función de los niveles de contaminación de cada modelo». Al margen de la efectividad real de estas ayudas, los establecimientos constatan la caída en picado de ventas durante los últimos meses, «incluso de un 80%», según reconoce Víctor Lobato, de Artek Moto, quien critica la «confusión y escasa información facilitada acerca de las nuevas ayudas».
SUBVENCIONES
Ciclomotores
Para los ciclomotores (de hasta 50 centímetros cúbicos) las ayudas ascienden a 225 euros, de los que 75 serán aportados por el Gobierno y los 150 euros restantes por las marcas.
Motocicletas de hasta 250 cc
En este caso la ayuda es de 525 euros, 175 del Gobierno y el resto, del fabricante o importador.
Motocicletas con más de 250 cc
El máximo de las ayudas se sitúa en 750 euros, 250 euros dependientes del Gobierno y el fabricante o importador deberá contribuir con los 500 euros restantes. Las comunidades autónomas podrán añadir sus propias aportaciones a estas cantidades.
«No van a servir para nada», afirma, Javier Delgado, dueño del establecimiento Javisport, que incluso cree que «estábamos mejor como estábamos». De hecho pone en duda el conocimiento del sector de las personas encargadas de la redacción de las nuevas subvenciones y cree que están demasiado supeditadas a la aportación de los fabricantes, mientras que la contribución estatal se queda corta. «Los precios ya estaban por los suelos y los fabricantes ya estaban contribuyendo lo que podían, por lo que el esfuerzo estatal tendría que ser mayor», según resalta.
La cuantía de las ayudas asciende a 225 euros, en ciclomotores de hasta 50 centímetros cúbicos. El Estado cubre 75 euros de este importe, mientras que el resto tiene que ser aportado por los fabricantes. En el caso de las motocicletas de hasta 250 centímetros cúbicos, la subvención es de 525 euros, de los que el Estado sólo corre a cargo de 175, mientras que en la compra de motocicletas con más de 250 centímetros cúbicos, subvencionadas con 750 euros, la aportación estatal se limita a 250 euros.
Además de la «escasa» aportación del Gobierno Central, los vendedores creen que el requisito de achatarrar una motocicleta o ciclomotor con determinados requisitos de antigüedad también dificulta la eficacia de las nuevas ayudas. «Si el cliente quiere comprar una nueva no tiene por que tener una anterior», razona Delgado. Algo a lo que, Antonio García, de Motocicletas Dos Ruedas, añade que «cualquier motocicleta vendida por piezas te vale más que achatarrarla, por lo que al cliente no le compensa». En su caso, plantea que la medida más eficaz para relanzar la venta de motos sería «eliminar el impuesto de matriculación». De hecho, García señala que «ya se había omitido el año pasado y sólo se pagaba un máximo de un 4% en determinados casos, mientras que ahora se ha reinstaurado y puede llegar a un 14% en función de los niveles de contaminación de cada modelo». Al margen de la efectividad real de estas ayudas, los establecimientos constatan la caída en picado de ventas durante los últimos meses, «incluso de un 80%», según reconoce Víctor Lobato, de Artek Moto, quien critica la «confusión y escasa información facilitada acerca de las nuevas ayudas».
SUBVENCIONES
Ciclomotores
Para los ciclomotores (de hasta 50 centímetros cúbicos) las ayudas ascienden a 225 euros, de los que 75 serán aportados por el Gobierno y los 150 euros restantes por las marcas.
Motocicletas de hasta 250 cc
En este caso la ayuda es de 525 euros, 175 del Gobierno y el resto, del fabricante o importador.
Motocicletas con más de 250 cc
El máximo de las ayudas se sitúa en 750 euros, 250 euros dependientes del Gobierno y el fabricante o importador deberá contribuir con los 500 euros restantes. Las comunidades autónomas podrán añadir sus propias aportaciones a estas cantidades.
laopiniondezamora.es
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