La Hyosung Comet 650 I es una moto económica en todos los aspectos y se nota en multitud de detalles. En la calidad de sus plásticos, en la no muy buena claridad con la que se lee su completo pero poco estético cuadro de instrumentos, en la discreción de los componentes de su parte ciclo, etc. Sin embargo eso no tendría que ser óbice para que en la práctica fuese perfectamente válida para un uso polivalente. Así, en parado y a baja velocidad se desenvuelve muy bien y es realmente manejable. Además al ser estrechita pasa perfectamente entre los coches, aunque todo sea dicho, el manillar gira menos de lo que nos gustaría.
A los mandos también encontramos una posición de conducción cómoda aunque los estribos están un poco altos. Y por otro lado, el mullido de los asientos, tanto del conductor como del pasajero en el poco accesible segundo piso, son muy correctos. También lo es la visibilidad ofrecida por sus grandes espejos retrovisores, que no dan pie a dudas de lo que ocurre tras nosotros. El tacto de sus mandos es discreto, al igual que embrague y cambio. Pero son efectivos y te permiten una buena fluidez de conducción. El punto más comprometido, sin duda, es el tacto del motor a bajas revoluciones...
Bicilíndrico propio
El motor que anima a la Hyosung GT 650 I Comet es el mismo compartido con la Aquila, la custom media del fabricante asiático. Y es curioso comprobar cómo, a diferencia de aquella, su respuesta a bajo régimen es tosca y algo imprecisa, por lo que no podemos adelantar si es por una cuestión de nuestra unidad o del modelo en sí mismo, pues ya le pasaba a la GT 650 RI Comet que probamos hace unos meses. Una vez superado este rango de utilización las sensaciones ganan enteros y el funcionamiento mejora claramente. Incluso con una estirada final agresiva y contundente. Es algo a lo que terminas acostumbrándote, lo mismo que ocurre con su relativamente elevada rumorosidad, pero podría ser más suave. En su favor, tiene unos consumos contenidos, con 6 l de media de la prueba a ritmo alegre cada 100 km.
De su parte ciclo destacan a la vista los grandes discos delanteros de 320 mm, que no son mordidos precisamente con mordiente. Las modestas pinzas de la Hyosung cumplen, pero sólo frenan si accionas con contundencia la maneta, que por otro lado carece de mucha progresividad.
También echamos de menos un amortiguador trasero con mayor capacidad de absorción de las irregularidades del terreno, especialmente ante los imprevistos baches típicos de la ciudad. La horquilla, que incorpora la novedad de poder regularse en precarga de muelle y compresión, cumple mejor con las expectativas y tiene un comportamiento más sólido.
Saliendo de la gran urbe, la estabilidad ofrecida en autopista es correcta a casi cualquier velocidad, ya que a partir de 150-160 km/h se perciben ciertas oscilaciones en el tren delantero que invitan a no buscar los límites. En todo caso, y de hacerlo, es interesante cargar el peso del cuerpo en el tren delantero para evitar sustos. En zonas viradas ocurre lo mismo, y se puede circular con viveza pero sin pretensiones, ya que ni la precisión de la dirección, ni la ligera tendencia a caer hacia el interior del conjunto, ni el mordiente de los frenos, ni la estabilidad, están diseñados para buscar fuertes sensaciones.
En su favor, viene equipada de serie con un par de neumáticos Bridgestone que lo cierto es que mitigan considerablemente algunas de las carencias de la parte ciclo.
Por muy poco
Ofrecer lo suficiente para tratarse y considerarse toda una naked de media cilindrada con un motor robusto y una apariencia digna por tan poco es algo difícil de encontrar. Así que con la Hyosung GT 650 I Comet tienes la oportunidad de dar el salto a una moto «grande» si tu presupuesto es muy ajustado. Tanto como los ajustados 3.949 € que cuesta.
motociclismo.es
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