Dieciséis horas y diez minutos del lunes, circuito de Jerez, sol brillante en lo alto, calor que anticipa el verano y ruido, mucho ruido en los alrededores de la pista andaluza. A esa hora, de uno de los camiones que llegan de Sevilla, sacan un contenedor negro inmenso y poco después aparece, impoluta, la Yamaha M1 azul de Valentino Rossi. Fue la primera. Quizá es casualidad o es posible que, en esto de la logística, también todo sea cosa de jerarquías.
Unos minutos después descargaban la máquina con la que Jorge Lorenzo intentará ganar en Jerez este domingo. Un día en el que, gracias a la extraordinaria profesionalidad del equipo de Dorna, todo estará perfecto y a punto para vivir una nueva jornada de fiesta de la moto y de la afición española en el GP de España.
De los tres aviones de material que deben llegar a Jerez, ya hay prácticamente dos descargados en el circuito. Salieron del aeropuerto japonés de Narita, en Tokio, y llegaron a mediodía al aeródromo de San Pablo en Sevilla.
Entre la enorme cantidad de material que transportaban los dos aviones de la compañía Nippon Cargo Airlines estaban también las motos y coches oficiales BMW del campeonato, como el impresionante X6 que hace de coche de seguridad.
Pero sobre todo se trajeron las 600 cajas que guardaban el material de los equipos, aproximadamente unas 180 toneladas, y también las 50 más que representan todo el material necesario para la retransmisión televisiva del gran premio, que siempre corre a cargo de Dorna, la empresa organizadora del campeonato.
Los aviones finalmente no tuvieron problema alguno y pudieron volar hasta Helsinki y de la capital finlandesa a la ciudad andaluza a orillas del Guadalquivir. Durante el día de hoy se espera que llegue a Jerez el último de los tres aviones, de los norteamericanos Atlas, que hará escala en la ciudad kazaja de Karaganda y cruzará toda Europa hasta España. Así que el gran premio ya está definitivamente asegurado.
as.com
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