jueves, 15 de abril de 2010

Un año de cárcel por exceso de velocidad

En agosto del año pasado tuvo lugar una situación bastante destacable en Francia. La policía detuvo a un conductor que circulaba a 190 km/h por una de las carreteras de circunvalación de Paris. Según sus estadísticas, ningún conductor había sido cazado a esa velocidad desde el 2004, año en el que se colocaron cámaras de seguridad en distintos puntos.
Es como para sentirse orgulloso, el susodicho ya se ha apuntado un récord. Aunque seguro que no le podrán quitar el hecho de ser el primero en ir a semejante velocidad con un brazo escayolado. No sé, en este caso creo que los médicos no hicieron un buen trabajo y lo que de verdad tenía roto era la cabeza.


Todo no acaba aquí. Después de casi un año de espera (no sólo va lenta la justicia de los Pirineos para abajo), por fin ha salido a la luz la condena. Al figura lo han condenado a un año de cárcel, 7.500€ de multa y le han confiscado la motocicleta. De rebote, le han quitado el permiso de conducir durante dos años y tendrá que volver a examinarse de él.
¿Qué delitos han tenido en cuenta para multarlo?

Pues el consabido exceso de velocidad y por poner en peligro la vida de los demás. Y aquí es donde no he podido reprimir la carcajada. No por la velocidad o por la escayola sino por esta última parte. Lo siento mucho, pero circular a esa velocidad y de esa forma intentando huir de la policía (porque por supuesto, lo intentó) no es poner en peligro la vida de los demás, es tener un desprecio total por la vida, la tuya y la del resto.
A mi, que un tipo se quiera inmolar encima de una moto, circulando a más velocidad de la que pueden pensar sus neuronas (a algunos la zona de 30 todavía es demasiado rápida), no me importa lo más mínimo. Pero que juegue con mi vida o la de mi familia de eso nada. Gente así debería ser retirada de la circulación hasta que los coches sean similares a los de Blade Runner o el Quinto Elemento, por ejemplo.
Y si, que se pasen su temporadita en la cárcel, o mejor, ayudando a los bomberos y forenses en tareas de excarcelación y levantamiento de cadáveres víctimas de accidentes de tráfico, a ver si de esa forma se les despierta el cerebro.
Lo peor es que ha pasado en Francia y no aquí, para meter miedo a más de uno aunque por otra parte, se están teniendo en cuenta muchos modelos viales del país vecino para instaurar en el resto de Europa. Así igual tomamos ejemplo y dejamos de dar cientos de oportunidades a este tipo de, digamos, ¿conductores? Dejémoslo así. No se me ocurre ninguna otra palabra que no sea censurable.

circulaseguro.com

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