Fuentes cercanas al piloto aseguran que ya tenía programado su regreso a Italia sin ir a Australia y que la advertencia que le dio la marca por su pugna con Lorenzo es el detonante para reafirmar su decisión.
A quien le quede vídeo, que lo prepare, y los más modernos, que tiren de disco duro, porque merecerá la pena grabar la carrera de Sepang de MotoGP. Presumiblemente supondrá la coronación de Lorenzo en MotoGP, con la trascendencia que eso supone, pero también la última oportunidad de ver a Rossi subido a la Yamaha con la que ha ganado cuatro títulos.
Fuentes cercanas al piloto aseguran que El Doctor ya tenía programado su regreso a Italia sin pasar por Australia y que la advertencia interna que le dio la marca por fajarse con Lorenzo en Motegi ha sido el detonante para bajarse y operarse del hombro.
Fue su principal valedor, Masao Furusawa, quien le comunicó que la cúpula de Yamaha le daba la razón a Lorenzo, algo de lo más lógico teniendo en cuenta que será él y no Rossi el que defenderá los intereses de la marca de los diapasones durante los dos próximos años. El 46 no comparte esa opinión y, aunque el aviso sólo supone una anécdota para él, incide en su teoría del trato injusto que ha recibido de Yamaha, después de todo lo que le ha dado, e invita a pensar que no le dejarán probar la Ducati el próximo 8 de noviembre en el circuito de Ricardo Tormo de Cheste.
Un último detalle que desvela los planes del parón de Valentino es que los miembros de su club de fans presentes en Motegi, Rino Salucci y Flavio Fratesi, del trío de carreras sólo tenían programadas la de Japón y la de Malaisia. Esgrimen razones laborales para no estar en Australia. Sospechoso...
as.com
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