“Imagina la cara que se le queda a un conductor que sufrido una salida de vía, o una colisión por alcance, o que simplemente ha atropellado un animal que ha invadido la calzada; al disgusto y el susto le siguen la indignación por la multa. E imagina también la cara que se nos queda a nosotros, que siempre hemos estado a pie de asfalto para ayudar y asistir, cuando le decimos al accidentado que le tenemos que denunciar". "Esto es insostenible, no podemos seguir siendo los mamporreros de una política de seguridad vial basada en la represión por encima de todo”, ha dicho a El Antirradar un guardia que, lógicamente, quiere mantener el anonimato.
En circulares distribuidas por los destacamentos, se recuerda a las patrullas que tienen que denunciar en caso de accidente, “aunque éste sea leve y sólo con daños materiales”. Así está explicado en los tablones de anuncios de los puestos.
La respuesta de los guardias ante este nuevo despropósito no se ha hecho esperar, puesto que consideran que es “una barbaridad, nosotros no estamos para esto”, y han tomado la sencilla decisión de, cuando el accidente se salda sólo con daños materiales o existe parte amistoso entre los vehículos implicados (es decir, casos sin futura trascendencia jurídica), no instruir atestado. “Es la única manera de evitar multar a aquellos que han tenido la desgracia de sufrir un accidente”, dice otro guardia.
Estadísiticas desvirtuadas
Esto, lógicamente, tiene luego su reflejo en las estadísticas de siniestralidad, puesto que, si no hay atestado, el accidente no llega jamás a ser registrado en el sistema ARENA (base de datos de accidentes que maneja la DGT). “Y estamos hablando de miles de casos al año”, afirma la misma fuente, “lo que explica perfectamente que el número total de accidentes sea menor”.
Las mismas fuentes hablaron largo y tendido sobre cómo se pueden llegar a alterar las cifras reales de siniestralidad en función del manejo de ARENA: heridos graves que fallecen dentro de las 24 horas siguientes al siniestro y que no se registran, siniestros que no se actualizan porque el sistema se cierra mes a mes sin posibilidad de revisión, cambios de hora en la producción del siniestro para que no se incluyan dentro de los días de una operación especial son las irregularidades más frecuentes. “Y eso, sin contar con que desde Madrid pueden modificar lo que quieran”, dijo la misma fuente.
Por supuesto, lo intentaré explicar con detalle, y trataré de establecer la desviación estadística que produce esta manera de actuar. Los muertos merecen un respeto.
Retiradas de complementos salariales por no multar
Además, el organismo que dirige Pere Navarro, que maneja el presupuesto operativo de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, a través de la partida correspondiente a “Seguridad Vial” (ese por el que se nos dice que todo lo recaudado por multas es para mejorar nuestra seguridad en carretera, en el que se incluyen desde los complementos de productividad hasta los folios y los bolígrafos del personal administrativo) tiene ya elaborada su respuesta a la huelga de bolis caídos.
Ha señalado las 12 Agrupaciones de Tráfico más activas en la huelga de bolis caídos y elegirá en cada una de ellas a cuatro guardias cada mes a quienes se le retirará el complemento de productividad por no poner multas (pese que se niegue una y otra vez, por activa y por pasiva, que no se premia por multar). En total, entre 30 y 40 guardias al mes se quedarán sin un complemento que supone alrededor de 240 euros en la nómina. El ahorro para las arcas de la DGT no parece significativo, apenas 10.000 euros al mes frente a los 80 millones de descenso en la recaudación por la huelga, pero supone aproximadamente un 15% de los ingresos mensuales de un guardia de tráfico, igual de afectado por la crisis que el resto de los españolitos de a pie.
elantirradar.com
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