Campañas de concienciación y multas consiguen reducir la docena de víctimas mortales que hubo hace dos años en la provincia.
El último motorista fallecido en la provincia de Jaén, un joven de 31 años de edad, fue despedido ayer en Baeza después de que perdiese la vida en la A-4 a la altura de Santa Elena el domingo. Con la suya son ya seis las muertes de motoristas en lo que va de año en la provincia de Jaén. El total de víctimas en accidentes con vehículos de dos ruedas ronda el centenar este año, pues además de los seis fallecidos de los que hay constancia, otras 23 personas han sufrido heridas graves y 70 más de carácter leve. Demasiadas víctimas aún, pero en la fría estadística se aprecia ya el efecto de dos años de campañas intensivas de multas y de concienciación continuas sobre los motoristas: en 2007 las víctimas mortales en percances con este tipo de vehículos superaron la docena.
El accidente del joven de Baeza ocurrió muy cerca del punto kilométrico de la A-4 donde el 24 de mayo pasado murió otro motorista, un cordobés de 43 años. En ambos casos, una caída en una curva acabó contra los guardarraíles. Técnicamente, «salida de la calzada por la izquierda y choque contra árbol y poste», según los datos de la jefatura provincial.
Los accidentes
El primer accidente mortal de 2009 para un motorista se produjo el 15 de enero en Santisteban del Puerto. Un hombre de 41 años se vio implicado con su motocicleta en una colisión con otro vehículo. El 22 de febrero una moto conducida por un menor de edad fue embestida por un turismo. Un hombre de 31 años que iba de paquete cayó al suelo y murió. El 23 de mayo, en Linares, se produjo una colisión en la circunvalación en la que un motorista de 40 años sufrió la amputación de una pierna y la muerte. El penúltimo accidente mortal se produjo el 20 de agosto pasado, cuando un motorista de 50 años chocó con un vehículo, salió despedido y se golpeó en la cabeza contra el suelo.
En todos los casos menos en uno las motos eran conducidas por personas de más de 30 años de edad. Y son mayoría los percances en los que hay otros vehículos implicados en el accidente. Lógicamente, el motorista siempre se lleva la peor parte. De hecho, las últimas campañas de la DGT han pedido prudencia a los conductores de turismos si hay motos cerca.
ideal.es
martes, 15 de diciembre de 2009
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