Laura Pastor Quintana MoteraComo cada año, este fin de semana que acaba de irse se celebró la concentración motera de Pingüinos en Valladolid, la más numerosa que tiene lugar en territorio nacional y en la que se dan cita miles de aficionados al mundo de las dos ruedas procedentes de distintas partes del mundo. El frío ha sido, de nuevo, el gran protagonista de esta edición; pero eso no ha impedido que la cita haya repetido el éxito de participación y de público de ocasiones anteriores. Laura Pastor es una de las miles de personas que no faltan a este particular encuentro.
-¿Cuándo empezó su pasión por el mundo de las motos y por las concentraciones?
-La verdad es que desde pequeñita, y gran culpa de ello la tiene mi tío, que me trajo a Pingüinos.
-¿Cuándo fue la primera vez que conoció este encuentro motero?
-Creo que fue en el año 1999 la primera vez que vine con mi tío, pero antes ya me gustaba el mundo de las motos, porque él es un gran aficionado, y también antes me llevaba a los circuitos de motocrós.
-¿Con qué moto ha estado en la concentración?
-Con una Yamaha Fazer FZ6, que es mi primera moto, aunque por el momento voy de paquete, porque hasta el 7 de febrero no la puedo conducir por las limitaciones. Pero a partir de ese día, la llevaré yo siempre.
-¿Qué le parece la cita de los Pingüinos?
-Genial. Es impresionante, hay muchísima gente y mucho ambiente.
-Dicen que Pingüinos es una cita que los aficionados no se pueden perder, ¿pero a lo largo del año acude a otras concentraciones similares?
-Normalmente sí, aunque a otras más pequeñas, como las de Cantalejo, Cuéllar o la de Peñafiel, y también a otras de la zona que me entere. La verdad es que como Pingüinos, en cantidad de gente es difícil encontrar otra igual.
-¿Qué es para usted el mundo de la moto?
-En una palabra, es pasión. Gracias a estas iniciativas, el mundo de la moto está mucho más vivo, pero además con una moto uno puede disfrutar y divertirse.
-¿Cuándo empezó su pasión por el mundo de las motos y por las concentraciones?
-La verdad es que desde pequeñita, y gran culpa de ello la tiene mi tío, que me trajo a Pingüinos.
-¿Cuándo fue la primera vez que conoció este encuentro motero?
-Creo que fue en el año 1999 la primera vez que vine con mi tío, pero antes ya me gustaba el mundo de las motos, porque él es un gran aficionado, y también antes me llevaba a los circuitos de motocrós.
-¿Con qué moto ha estado en la concentración?
-Con una Yamaha Fazer FZ6, que es mi primera moto, aunque por el momento voy de paquete, porque hasta el 7 de febrero no la puedo conducir por las limitaciones. Pero a partir de ese día, la llevaré yo siempre.
-¿Qué le parece la cita de los Pingüinos?
-Genial. Es impresionante, hay muchísima gente y mucho ambiente.
-Dicen que Pingüinos es una cita que los aficionados no se pueden perder, ¿pero a lo largo del año acude a otras concentraciones similares?
-Normalmente sí, aunque a otras más pequeñas, como las de Cantalejo, Cuéllar o la de Peñafiel, y también a otras de la zona que me entere. La verdad es que como Pingüinos, en cantidad de gente es difícil encontrar otra igual.
-¿Qué es para usted el mundo de la moto?
-En una palabra, es pasión. Gracias a estas iniciativas, el mundo de la moto está mucho más vivo, pero además con una moto uno puede disfrutar y divertirse.
nortecastilla.es
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