Los sindicatos de Moto Morini y Paolo Berlusconi se dan una última oportunidad para salvar a al histórico fabricante italiano, después de que un juzgado dictara la disolución de la empresa el pasado mes de mayo. Paolo Berlusconi, hermano del primer ministro italiano Silvio Berlusconi y propietario de Garelli, ofreció 2,9 millones de euros por la adquisición de la fábrica Moto Morini. Aunque Berlusconi presentó un propuesta que contemplaba mantener la producción de la actual gama Morini y los proyectos en curso, además de comprometerse a crear una cadena de montaje para “scooters” Garelli, los sindicatos se opusieron frontalmente porque Berlusconi sólo se comprometía a mantener 20 de los 57 puestos de trabajo actualmente existentes en la fábrica. Ahora la nueva propuesta ha extendido la plantilla a 26 trabajadores, acogida de forma positiva por los representantes de los trabajadores, así que los sindicatos y Berlusconi se han citado el próximo lunes y es muy probable que se alcance un acuerdo que permita la continuidad de la marca.
motoworld.es
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