- ¿Saldrá de esta convención alguna nueva norma?
- Bueno, en este momento tenemos, como tema básico, la administración electrónica y luego hay dos conceptos que estamos incorporando. Uno de ellos es que tenemos que ayudar a la actividad económica. No podemos ser un freno, un cuello de botella, para ésta. Todos estamos en el mismo barco. Además, estamos pasando de una administración en la que se desconfiaba a una que descansa en el principio de confianza. Yo me fío, tú no me la das. Esto sí, yo luego inspecciono. El que me engañe, éste pringa.
- Culmina una campaña para controlar el uso del teléfono móvil al volante; ¿tenemos ya balance? - Se han hecho muchos más controles de vehículos y han bajado las denuncias. En estos momentos, hay un 0,8% de denuncias por uso del teléfono móvil. El año pasado aquí estábais al 1,8%, es decir, ha bajado un punto. Buena señal. Lo que pasa con el teléfono móvil es que hemos de hacer un esfuerzo para trasladar el mensaje de que el problema no está en coger el teléfono con la mano, que lo es, sino en hablar. La distracción es cognitiva. El mensaje al final es: si conduces no hables por teléfono.
- No se plantea, sin embargo, la prohibición del manoslibres.
- No, no se plantea. Es una recomendación. Es mucho más seguro el manoslibres que ir con la mano, pero, aviso, hablar por teléfono conduciendo puede aumentar por tres el riesgo de accidentes. No se trata de prohibirlo todo.
- ¿Y fumar al volante?
- No, tampoco. Le recomendamos que si conduce no fume. Pero, vamos, son cosas de sentido común. No veo a la Guardia Civil persiguiendo a los fumadores, obligándoles a abrir el cenicero. Al final, es el ciudadano el que decide.
- Se acerca la Navidad y, con ella, las comidas y cenas de empresa. ¿Las teme?
- Es un clásico: el alcohol y la conducción. Todos los años, cuando llega la Navidad, hacemos nuestra campaña alertando sobre el riesgo de alcohol y conducción. Creo que la sociedad española ha interiorizado este riesgo. Uno tiene la impresión de que, hace años, la percepción del riesgo que se tenía era de que te cogieran; ahora no. La percepción es que puedo tener un accidente y hacerme daño, o hacérselo a los demás. Queremos dar un paso adelante. No se trata tanto de si bebes no conduzcas, como de que si alguien que está contigo bebe, no le dejes que conduzca.
- El carné por puntos ha conseguido reducir casi a la mitad las víctimas mortales; ¿espera que continúe esta tendencia?
- No nos equivoquemos. El carné por puntos lo que ha hecho ha sido cambiar comportamientos. Estamos a menos de la mitad de positivos en alcoholemias que antes del permiso. Se han bajado entre tres y cuatro kilómetros por hora las velocidades en carretera. Ha habido un cambio en las actitudes. Éste es el verdadero logro del carné por puntos.
- ¿Este éxito evidencia que el temor a la sanción es el método más efectivo?
- No, la condición humana es la que es. En Europa lo explican: los países que obtienen mejores resultados son los que disponen de sistemas de autoridad más eficaces. La condición humana dice que la vigilancia, el control y la sanción es una parte importante de la política de seguridad vial, pero tiene que haber algo más. Tiene que haber información, concienciación y formación porque sino estas leyes no serían aceptadas.
- En Murcia faltan plazas para los trabajos a la comunidad. ¿No resta esto efectividad a la ley?
- No nos equivoquemos. Cuando hay un delito, te van a poner una multa importante, te van a quitar el carné y tendrás que hacer un curso de reeducación en materia de seguridad vial de 24 horas. Ya está bien. Vale que los trabajos en comunidad pueden completar esto, pero el núcleo ya es lo suficientemente duro como para que funcione.
- ¿Qué ocurre con los motoristas?
- Este año, por primera vez, desde que hay memoria, no va a haber más motoristas muertos que el año anterior. Es una situación inédita en toda Europa. Hemos abierto un debate y hablado de motos, un tema complejo.
- ¿Podemos esperar alguna novedad próximamente?
- El reto es evitar no caer en una cosa muy de este país: que los motoristas culpen a la Administración de los accidentes y viceversa. Cada vez va a haber más motos, por lo tanto, no estamos hablando de modas pasajeras. Todos los especialistas hablan de la consolidación de la moto como alternativa al coche. Hasta ahora, la moto era la cenicienta de la seguridad vial. Vamos a darle a la moto la importancia que tiene y merece.